viernes, 4 de marzo de 2016

En el interior del loto.

Que todos los seres sensibles consigan un cuerpo adamantino e infatigable; que todos los seres sensibles consigan un cuerpo indestructible al que nada pueda lastimar; que todos los seres sensibles consigan un cuerpo fantasmal que se desplace sin limitación por todo el mundo; que todos los seres sensibles consigan un cuerpo encantador, limpio, hermoso, fuerte y sano; que todos los seres sensibles consigan un cuerpo nacido del reino de la realidad, igual que el iluminado, que se baste a sí mismo; que todos los seres sensibles consigan un cuerpo como el resplandor de las joyas más hermosas y que nadie en el mundo pueda eclipsar; que todos los seres sensibles consigan un cuerpo que sea una mina de conocimiento y descubran la libertad en el reino de la inmortalidad; que todos los seres sensibles consigan un cuerpo como un océano de joyas que indefectiblemente beneficia a todo aquel que lo contempla; que todos los seres sensibles consigan un cuerpo de espacio al que ningún problema mundano pueda afectar.

Avatamsaka sutra
(Canon de la ornamentación floral)